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Ensayo
SEMANA SANTA A LA MEXICANa
PARTE DOS
por Joaquín Balancán Aguirre

9 de abril de 2020

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Durante la semana santa de 2017 se publicó en este mismo espacio un texto en el cual expuse el caso de dos cintas que eran un relato de la vida Cristo y al mismo tiempo exaltaciones de la religiosidad popular, como los son los viacrucis de barrio. Por ello, en este nuevo texto, que llega tres años después y que he titulado Semana santa a la mexicana. Parte dos, daré cuenta otras cintas que sí tuvieron a Cristo como personaje central.

No sobra empezar diciendo que la semana santa, o semana mayor, es una de las celebraciones religiosas de mayor relevancia en nuestro país y la conmemoración que más muestras de devoción popular tiene a lo largo y ancho de la república. A pesar de lo anterior, el cine mexicano no ha logrado reflejar con buenos resultados cualitativos esta religiosidad en la pantalla; sin embargo, sí lo ha hecho en cantidad, ya que en un espacio de casi cuarenta años produjo nueve cintas con Jesucristo como protagonista. Desde el lejano año de 1942 con Jesús de Nazaret (José Díaz Morales) hasta La vida de nuestro señor Jesucristo (Miguel Zacarias,1980). Estas cintas, en su conjunto, reúnen pocas virtudes técnicas y actorales; su producción y dirección son limitadas y las actuaciones demasiado acartonadas y poco convincentes; por no hablar de las caracterizaciones y peinados francamente mediocres y efectos especiales que no tienen nada de especial. 

 

También debemos mencionar que algunos de estos largometrajes tienen un carácter más devocional que artístico, como es el caso de la ya mencionada Jesús de Nazaret, la cual inicia con un mensaje del entonces arzobispo de México, Luis M. Martínez, que destacaba el papel que la película debía tener para que "más personas conozcan a Jesús y lo veneren". Podemos agregar que Jesús de Nazaret fue cuestionada debido a que buena parte de su reparto era de origen español, así como la cercanía de los productores al gobierno del entonces presidente Manuel Ávila Camacho, quien de sobra era conocido por su declarado catolicismo.

Por otra parte, debemos referir, dos cintas de Miguel Contreras Torres: María Magdalena: Pecadora de Magdala (1946) y Reina de reinas: La Virgen María (1948), las cuales tratan la vida de estos dos personajes y su relación con Cristo. No sobra decir que, de nueva cuenta, vemos un reparto nutrido de actores españoles, empezando por Luis Alcoriza, quien interpretó a Jesús.

Es hasta 1952, con la aparición de El mártir del Calvario (Miguel Morayta) cuando la marquesina mexicana vuelve a ver a Cristo como personaje principal. Esta cinta es quizá una de las más representativas y populares por su constante transmisión en televisión; sin embargo, sus actuaciones poco verosímiles, sus diálogos castellanizados y su argumento poco novedoso, no la hacen desmarcarse del grueso de cintas mexicanas sobre Cristo. A pesar de lo anterior, el filme participó en la selección oficial del Festival de Cannes de 1954.

En la década de 1960 se rodó sólo una cinta: El proceso de Cristo (Julio Bracho, 1966). La trama gira sobre las vidas de Poncio Pilato y el apóstol Pedro 34 años después de la muerte de Cristo, momento en el cual ambos intentan expiar sus remordimientos sin conseguirlo. Culminan la galería, cuatro cintas con este tema bíblico, dirigidas por Miguel Zacarias: Jesús nuestro señor (1970), Jesús, el niño dios (1971), Jesús, María y José (1972) y La vida de nuestro señor Jesucristo (1980). Estos cuatro filmes, son los primeros —y hasta el momento únicos— que se han realizado a color sobre la vida de Cristo. Lo cual lejos de ser una virtud, terminó por evidenciar la pobreza técnica de cada una de ellas.

 

De esta manera, el recuento de las cintas permite encontrar muchos más elementos devocionales que artísticos por parte de los involucrados. Prueba de ello son incluso los nombres que se estructuran alrededor de la misma fórmula de las cintas. Aunque es posible que la intención no fuera la de crear productos de calidad, sino la de explotar precisamente esa religiosidad popular y gran devoción católica del grueso de la población mexicana.

 

En ese sentido, es interesante pensar en este conjunto de películas mexicanas sobre Cristo como una especie de subgénero que sigue consumiéndose a través de la televisión, sobre todo en la semana santa. Finalmente, los escollos técnicos y el poco presupuesto para estas cintas, así como la duda sobre su éxito en taquilla actual, seguramente harán que esta lista de nueve cintas se mantenga inalterable por mucho tiempo más.

El autor es politólogo por la UNAM. Colaborador y amigo de CINEMATÓGRAFO. También ha escrito en el blog de cultura de Nexos.

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