Recomendación
Bang Gang
Año: 2015
Dirección: Eva Husson
Guión: Eva Husson
Fotografía: Mattias Troelstrup
Elenco: Finnegan Oldfield, Marilyn Lima, Daisy Broom, Fred Hotier y Lorenzo Lefebvre
Música: Morgan Kibby "White Sea"
17 de enero de 2018
Una moderna historia de amor
Bang gang: una moderna historia de amor (2015) es la cinta debut de la directora francesa Eva Husson, que nos presenta un panorama desolador y contundente sobre el estado de infelicidad de nuestras sociedades modernas —sobre todo de la juventud—, así como su falta de convicciones y búsqueda permanente de satisfacciones momentáneas y vacías.
La película se desarrolla en Biarritz, Francia, y retrata la cotidianeidad de un grupo de adolescentes que está llena de apatía y desdén en los ámbitos escolar, social y sentimental. Esta inercia se detiene momentáneamente cuando George (Marilyn Lima) crea un juego de botella en el que ella y sus amigos realizan una serie de retos que son llevados al extremo: hasta convertirse en orgias donde el consumo de drogas y el sexo sin protección son la constante.
Mientras la historia se desarrolla, las herramientas tecnológicas como los teléfonos celulares y las redes sociales son retratadas como dispositivos dañinos para la privacidad y para la convivencia entre personas. En este sentido, el nudo dramático de la cinta ocurre cuando la participación de George en las fiestas se hace viral y comienza a sufrir el acoso de sus compañeros de escuela. Además, se desata la alerta en los servicios sanitarios, pues algunos jóvenes presentan sífilis y gonorrea.
Por otra parte, también podemos apreciar la actitud de otros adolescentes que no participan en el juego de George y que —valiéndose del anonimato que brindan las redes sociales como Twitter o Facebook— juzgan fuertemente a los demás jóvenes.
Finalmente, es en virtud de la intervención de un amigo de George, Gabriel (Lorenzo Lefèbvre), que desaparecen los videos de la red; y así George puede replantear el rumbo de su vida, hacer un alto y reflexionar sobre lo ocurrido.
No es casual que el subtítulo de la película (una moderna historia de amor) venga bien a la trama; parece algo efectivamente muy moderno —por decirlo de alguna manera—, que como por arte de magia los errores que cometemos en nuestra vida puedan destruirnos por su divulgación. Y que, por el contrario, con sólo apretar un botón puedan borrarse todas las pruebas y consecuencias de nuestros actos. En otras palabras, si antes el elemento fantástico en la historia de amor era que apareciera la carroza o el vestido tejido por roedores, ahora es una pastilla, una inyección de penicilina o dar delete a un video en Youtube. Y estos elementos resultan suficientes para hacer felices a los protagonistas de estas nuevas historias de amor.
El largometraje de Husson permite abrir el debate sobre la superficialidad y la cultura del confort, una que parece alentarse en diversos medios y en la industria del entretenimiento (en todas sus vertientes). Así, por ejemplo, se puede tener a disposición una cantidad ilimitada de recursos para alcanzar la satisfacción superficial y pasajera —aunque estas herramientas sean las más peligrosos y denigrantes si se usan de forma perversa.
Por último, no sobra decir que esta cinta se basó —según palabras de su directora— en un caso real ocurrido a finales del decenio de 1990 en Atlanta, Estados Unidos; donde supuestamente casi 300 jóvenes (de entre 12 y 18 años) presentaron diversas enfermedades venéreas derivadas de la práctica juegos sexuales riesgosos. Esto desató —de acuerdo con la mirada de la comunidad y de los medios— un problema de salud pública.